6 jun 2010

"los ojos de la piel"


San Cosme y San Damián sustituyen milagrosamente la pierna del Diácono Justiniano" de Fra Angélico


Gracias al blog suministro de emociones descubrí el fantástico libro de Juhani Pallasmaa Los ojos de la piel

Muchos de los últimos temas de este blog están reflejados ( y mucho mejor explicados ) en este pequeño libro. El libro del té, Pollock, Scapra, Tanizaki, tiempo y espacio, y muchos más "personajes" se entretejen en un discurso continuo y evocador dónde nuestros sentidos adormecidos son reivindicados.

Un par de entrevistas: una publicada por el blog arquitectura y territorio y otra publicada en el pais"La arquitectura de hoy no es para la gente"

4 comentarios:

S. DE MOLINA dijo...

Coincido con vosotros en el interés que tiene el libro de Pallasmaa.

Menuda figura la de Pallasmaa, es una de esas raras avis como Evans, Borchers o Quetglas, cuya visión nunca se sabe si ilumina o descubre lugares ocultos al resto de los mortales.

Saludos

Unknown dijo...

Interesante personaje Pallasmaa. No he leído el libro, pero sí las entrevistas y creo que lo que dice es cierto y que alimenta el espíritu. No obstante le haría una pequeña objeción. Creo que Pallasmaa debería explicar mejor su enfado con el sentido de la vista. A mi entender no se puede negar que el sentido de la vista es primordial en la percepción de la arquitectura. Una visión así dejaría en mal lugar por ejemplo a un Le Corbusier, cuya concepción era casi puramente visual. El tacto, o el oído son acompañamientos muy a tener en cuenta, pero a mi entender, para el común de los mortales al percibir la arquitectura la vista manda y el resto de sentidos acompaña, completa y enriquece. La vista es esencial en la arquitectura. No es cierto que la vista excluya de nada. Al decir que la vista manda no estoy diciendo que sólo importe lo visible. Es como si alguien reivindicara de pronto que lo verdaderamente importante en la música es poder ver cómo se toca, o poder palpar los instrumentos... tener experiencia de todo eso enriquece la música, la llena de cualidades insospechadas, pero no es lo esencial. Lo esencial es su audición. La urdimbre donde luego puede insertarse la trama de los otros sentidos. Si sólo hubiese tacto y vista no habría música. De hecho la vista, desde su papel primordial puede pasar a un segundo plano en determinadas ocasiones para ceder protagonismo a otros sentidos. Pero dar paso, no significa desaparecer o descuidar. Quizá un ejemplo lo aclare. En las termas de Vals de Zumthor en determinados momentos la vista cede terreno a los otros sentidos, sobre todo el oído y el tacto, pero nunca desaparece, la luz, el elemento visual por excelencia siempre está presente de forma magistral. Y visualmente se concibe y comprende la distribución de espacios. No creo que se puedan describir las termas de Vals como una amalgama de sensaciones tactiles y auditivas sin que en esta descripción pierdan algo esencial.
Puede concebirse un edificio como sucesión de aromas, sonidos, texturas. Pero para ser arquitectura debe acabar teniendo un soporte visual, aunque sea mínimo para todo eso.
Entiendo que Pallasmaa se refiere a obras que podríamos llamar de rápido consumo visual. Simples reclamos. Entonces sí estoy de acuerdo con él.
Buff, qué parrafada, lo siento.

Pablo Twose dijo...

Gracias por visitarnos Santiago. La verdad es que la arquitectura explicada por Quetglas, Evans o Pallasmaa tiene otro significado. Siempre más rico.

Hola José Ángel, gracias por tu aportación. La verdad es que entiendo tu punto de vista, pero Pallasmaa como bien intuías crítica la primacía del sentido, y en muchos casos tiranía frente al resto, que actuan como contrapunto necesario para cualquier obra. Como bien explicas el consumo visual es la exageración de este problema.

un saludo.

Andrés dijo...

Siento confesar que no conocía quién era Pallasmaa, y que no lean esto mis alumnos; pero si me lo ponéis en la onda de JQuetglas ya me toca la fibra.